Por: José Manuel Guaran
Reseña sobre el libro
“cuentos para morir leyendo”
“¿Sabes una cosa? todos
nos regodeamos de la muerte, muchos cuando vemos un choque o un tiroteo
sentimos en el fondo un pesar extraño cuando informan que no hubo víctimas, se siente que el hecho
no tuvo sentido.” Dentro de cada ser humano existe una lucha
entre el bien y el mal, lo que es correcto y todo lo que de pequeños nos
dijeron que no debemos hacer. Esto no ha hecho otra cosa que determinar los tabúes
dentro la sociedad en que convivimos y eso no excluye la percepción que poseemos
sobre el tema de la muerte, hasta el punto de que la frase “ojala y se muera”
es parte de nuestro repertorio cotidiano, porque aunque es difícil admitirlo,
todos le guardamos sentimientos a la muerte.
El
grupo editorial Negro Sobre Blanco
nos trae esta obra con un color visceral, salida de las entrañas de los victimarios
Richard Sabogal y Gusmar Sosa. No es
exagerar el condenar abiertamente que estos grandes escritores, utilizando de
arma la novela negra, pueden atentar en contra de la vida de las expectativas
del mayor fan de este género.
La
colección de “Cuentos para morir leyendo” es atrevida y directa, se maneja en
una gama infinita de emociones que pintan las escenas criminales de cada una de
las historia. Ironía, ambición, deseo, sarcasmo, ira, miedo y sobre todo:
muerte. De pronto te sientes envuelto y representado con todos lo personajes,
empapado en sus situaciones y desarrollando un rol detectivesco para descifrar
las letras que codificaran la próxima línea.
¿Alguna
vez has imaginado tu muerte o la de alguien más? La respuesta que pienses la
guardaré en secreto, pero esa misma es la receta, que hace que esta obra se
visualice tan fácilmente como algo real. O mejor que la misma realidad, una
ficción completamente creíble e impresionante, capaz de ser trasladada a las
calles que trascurrimos diariamente y que se han convertido en nuestra
cotidianidad.
Hay
de todo un poco en los 7 cuentos que conforman esta colección:
En
la primera historia no encontramos con misterio. Muchos piensan que cuando un escalofrío
recorre tu espalda estamos en frente de algo sobrenatural, podría decirse
también que no es mas que el miedo a lo desconocido, pero en una situación como
la de Nine Melvin no escatimas en las
posibilidades, tus mecanismos de supervivencia se activan para intentar escapar
de cualquier situación que se te presente, así sea que vaya cambiando como si
tratase de un puzzle.
“Carlos Meléndez soñó siempre con ser un
escritor publicado. Tal vez decir “siempre” puede sonar a exageración.” pero
no lo era, su vida fue directa a sus objetivos, con muchas dificultades, su
pasado y su futuro mantienen la misma incertidumbre ¿Hasta donde se puede
llegar por los sueños? ¿Existe realmente un destino? Son las preguntas que
encantan esta historia.
En
caso de existir un destino, una llamada definiría el de Cristina,” “Hola Cristina, dijo la voz grave al otro lado. Me
alegra que llegaras bien al trabajo ¿Sin contratiempos en el camino? Una gruesa
lágrima resbaló por su mejilla, el auricular comenzó a temblar, tragó saliva.
¿Qué quieres? ¿Por qué me vuelves a llamar? Preguntó en un fingido tono
autoritario. Quería saber cómo estaba mi chiquilla, para mí, la consentida
siempre serás tú. No me llames más, arguyó. Cómo no lo voy a hacer Cristina, si
esto, apenas comienza…” aunque su vida necesitaba a gritos un giro,
probablemente el más deseado para ella no seria lo que sucedió. El alma
ardiente, femenina de esta periodista la colocará boca a boca en un juego
policiaco para atrapar un criminal, poniendo a juicio lo justo y lo correcto.
No
creo que sea en ejemplo de justicia, que dos generaciones seguidas sufran la
misma tragedia, padre e hijo con todo un futuro por delante, son retenidos
involuntariamente, cautivos en lo que llamamos secuestro express, lo
interesante radica en que existe entre ambos sucesos un espacio temporal
prologando al igual que un espacio literario. ¿Es casualidad? Mismo juicio,
diferente crimen y desenlaces inesperados, hasta un poco aterradores si nos
percatamos que es una situación cotidiana en nuestra realidad.
La
paradoja que continua combina dos situaciones: el miedo que te observen si
percatarte de ello, y mas aun la sensación de locura que todos hemos tenido al
tener un dialogo con nosotros mismos. Un espejo que ha sido visto mucho,
que “sobrevivió a siete mudanzas, dos dueños y muchas
historias. Podría escribir un libro.”(…) “, pronto perderá el don y será
meramente un vidrio viejo que estrellará el hombre de la basura contra el
camión y parará a un depósito encima de bolsas de papeles sucios y comida
descompuesta. El terror de todo espejo.” ¿Qué podría decir un espejo de lo que realmente somos?
Las
ansias de devorar poco a poco la lectura te llevan al siguiente titulo. Miras
la portada, respiras, miras el titulo… Detallas la nomenclatura del nombre de
los autores y vuelves al titulo. “¿Por
qué maté a Gusmar Sosa? Por: Richard Sabogal.” Palabrota y a leer, pues antes de empezar
sabes que será lo mejor del libro, al parecer no pudo mantener mas retenido su “pasajero oscuro” y tomo el control de él.
Extraordinaria narración, y no es por cinismo, es que a medida que avanza
mejora.
La
culpa le acompaña al escrito anterior. No podrías dormir tranquilo sin saber “¿Por qué se suicidó Richard Sabogal? Por:
Gusmar Sosa” siempre se guarda lo mejor para el final, ambos escritos son
el broche de oro para cerrar esta colección..
“Estoy
entre sus manos, puedo ser realmente peligroso para usted. Si le teme a la
muerte, ciérreme de inmediato y corra tan rápido como pueda. Si tiene suerte,
tal vez simplemente lo arrolle un auto. El
Libro” dice el libro como apertura y secundo pues es lo mas sensato, este
libro tiene personalidad propia, con él puedes reír, llorar, enfurecerte,
confundirte, esperanzarte, perderlo todo o incluso podemos morir. “Cuentos para morir leyendo” es una obra completa que puede disfrutar todo aquel fan
del genero y los que no, igualmente la alabarían. Tiene tantas emociones que
podrías morir de un infarto y aun así en otra vida seguir leyéndola.
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