Entrevistas



Entrevista para morir contestando
Realizada por José Manuel Guaran, respecto a la obra Cuentos para morir leyendo 
Poseer una habilidad para con la literatura realizar un asesinato de seguro te convierte en un asesino potencial, por eso realizamos este interrogatorio a los sospechosos Richard Sabogal y Gusmar Sosa, acusados de escribir “Cuentos para morir leyendo”, para penetrar en su psiquis delictiva, entender la razón de sus actos y salir airosos por ahora.
 
1.- ¿Que piensan al escuchar la palabra muerte?
Gusmar Sosa: Pienso en mis muertos. Sí, en familiares y amigos que son parte de mi historia. Me siento en deuda con algunos, a pesar de que me esfuerzo por honrar las herencias que me han dejado, me siento en deuda aún. No siento temor, he asumido que la muerte es el único destino anunciado al ser humano, y creo que estar consciente de ello es una ventaja para mantenernos vivos. No es la muerte lo que me agobia y enciende mi agonía, sino la amenaza del olvido. Tal vez por eso no me importa de vez en cuando jugar con la muerte.
Richard Sabogal: Temor, le tengo miedo a la muerte, morir joven, o morir de viejo cuando una enfermedad me torture quién sabe cuánto tiempo, pero además de ese miedo le tengo mucho más miedo a que mueran los míos, a perderlos, eso me parece injustamente ley de vida. Por eso juego con ella, con una risa estúpida de temor la convierto en una caricatura o en un juego, espero que el día que la muerte me visite sea como la he colocado en la literatura, y espero morir de un solo golpe, que me aplaste un carro, que me caiga un piano o que me arranquen la cabeza, pero que sea un solo dolor, sin tanto preámbulo.
2.- ¿La muerte para ustedes es un final o puntos suspensivos?
G.S: Para mí es un final y a la vez puntos suspensivos. No creo en eso de un cielo para el alma buena o un infierno como castigo para el alma mala.  Hace unos días conversaba con un amigo escritor que sí cree en esos asuntos, él me preguntó: “¿y qué tal si estás equivocado y sí existe un más allá de la muerte? ¿Consideras esa opción?” Respondí con sinceridad ya que por fortuna no tengo compromisos con ideologías. Si acaso existe un más allá después de la muerte y estuve equivocado pues lo sabré sólo si existe. Pero por ahora no puedo asegurar lo que no he visto. Así que la muerte para mí es el final de la vida, y a la vez puntos suspensivos para aquel que logra aliarse al tiempo haciéndose  recuerdo en la memoria de la historia o de algunos. En ese sentido creo más en la trascendencia, de ninguna manera mística.
R.S: La muerte es un misterio, unos dicen vamos al cielo, otros al infierno, otros que nos apagamos y ya, a título personal creo en la reencarnación, ha habido pruebas, algo ambiguas claro, de que la vida se repite, creo en ello, a su vez creo en que van a otros planos, otros lugares, te puedo decir con propiedad de que he visto fantasmas, seguro no lo creerás si no lo has vivido, fui iluso hasta que los vi, y han sido espíritus de personas cercanas o partidas, o anónimas pero que fueron humanos. Entonces la muerte es un misterio, el sitio a donde vamos lo sabremos cuando lo vivamos y espero mi amigo Gusmar lo viva pronto para que venga y me cuente cómo es la cosa
3.- ¿Cómo han imaginado sus muertes?
G.S: No imaginado, yo la he soñado, añorado, deseado. El pasado 28 de diciembre del 2012  murió mi abuelo, Segundo Crespo. Murió justo como quisiera morir yo. Lleno de días y rodeado de los suyos, satisfecho por haber diezmado todo su esfuerzo para hacer suya una montaña y dejarla como herencia a los suyos, satisfecho por tener una descendencia que sobrepasa el número setenta, sin deudas con la vida, sin arrepentimiento por no haber intentado. Así quiero morir yo. En mi casa, anciano, tranquilo. Con mis nietos jugando en el patio mientras agonizo, con mis hijos recordando mis historias mientras me ven sonriéndole a la muerte, satisfecho por haberlo intentado todo, sin remordimiento por mis fracasos, ya que el único fracaso digno de remordimiento es no intentar nada, no esforzarnos.
R.S.: Morir de viejo, de manera rápida, así lo he imaginado, pero con una vida plena, luego de haber llevado mis sueños a la realidad o haberlo intentado. Me gustaría morirme antes que los míos pero morir viejo, morirme antes para que ellos me lloren no llorar yo a ninguno.
4.- ¿Por qué “Cuentos para morir leyendo”? ¿Cómo surgió la idea?
G.S: La idea surgió por un juego, una ocurrencia de Richard.  Una mañana me pasó un microrrelato en el que narraba sus deseos de asesinarme. De inmediato le dije “publícalo en tu muro para ver qué tal”. Lo hizo y me sorprendió el hecho de que al instante amigos en común comenzaron a darle idea de cómo podría torturarme hasta dejarme morir. Así que la idea surge por un juego, una iniciativa de Richard Sabogal. Durante el día estuvimos conversando la posibilidad de que cada uno escribiera la muerte del otro en un relato. Y al finalizar el día habíamos acordado escribir cada uno cuatro cuentos sobre asesinatos y muertes violentas. “Escribamos ocho historias donde la muerte sea la protagonista”, acordamos. El título de la colección sí fue mi idea, cuando estábamos ya sobre la marcha nos preguntamos cómo titularíamos la colección y de repente pensé “Cuentos Para Morir Leyendo”. De manera que pudiera entenderse que las historias que el lector encontraría en la colección podrían ser una amenaza para su tranquilidad y pasividad frente a la vida.
R.S.: Gusmar dijo todo, me quede sin qué decir. (Risas) Fue muy curioso cómo la gente reaccionó, la gente inventó cada muerte y cada tortura que el pobre Gusmar cambiaba de colores, y lo mas cómico es que los cuentos donde cada uno le da muerte al otro fue el último escrito. Primero surgieron los demás. Cuentos Para Morir Leyendo fue un accidente muy grato.
5.- ¿Cómo fue trabajar juntos? ¿El proceso creativo lo hicieron juntos?
G.S: Fue una buena aventura. Creo que tenemos la madurez para aceptarnos como maestros uno del otro. Llevamos ya tiempo trabajando juntos, Richard escribe un cuento y me lo envía para que yo le de mi opinión, yo escribo una historia y también se la envío. Antes de proponernos éste proyecto ya trabajábamos de esa forma. Siendo críticos el uno del otro. Creo que esa madurez nos permitió trabajar en Cuentos Para Morir Leyendo sin la intención de competir, sino que cada quien hizo lo que mejor sabe, ajustando nuestros estilos a un solo contexto, protagonista e hilo conductual: la muerte.
La pauta fue la muerte. A partir de entonces cada quien desarrolló sus tres historias y al terminarlas las compartimos con la intención de criticarnos y corregirnos. Fue sorprendente el resultado, Richard me comentó lo que yo pensé al instante: “si leo algún párrafo al azar no sé si estoy leyendo uno de tus cuentos o uno de los míos”.  Por mi parte salía de mi comodidad, antes de éste trabajo no había abordado a consciencia y como propósito la narrativa negra, aunque podrían identificarse en mis trabajos anteriores algunos elementos del género. Sólo en las historias de nuestras muertes el proceso creativo fue asociado, nos compartimos ideas y desarrollamos la narración intercambiándonos párrafos de vez en cuando. Fue una buena experiencia.
R.S.: Fue interesante, uno de mis temores es que los cuentos tuvieran una dicotomía en sus estilos y no, lo único particular es que los cuentos de Gusmar es que hay un hilo entre uno y otro, en los míos no, pero la similitud fue sorprendente. Por cierto, una lectora me dijo hace poco que ese libro era dos pináculos, uno el del morbo y otro el del ego, no había visto esta última parte, pero sin ego cómo se vive.
6.- ¿Con cual personaje del libro hecho por ti te sientes mas identificado y con cual de tu compañero?
G.S: Los personajes que corresponden a mis cuentos tienen un poco de mí, absolutamente todos. Y aunque mi cuento número tres (féretro 3) surgió una noche mientras yo estaba en ese contexto de la historia, con mi novia y la compañía tal como Milton, no es el personaje con el que me identifico más (aunque Richard siempre dirá que es el personaje que más se parece a mí).
Me identifico más con Carlos Meléndez,  personaje principal del primer cuento. El ermitaño que cuando al fin logra ganar un concurso y salir de su “montaña” va directo a su muerte. No me identifico con su suerte al final sino con su carácter y con esa voluntad natural que lo lleva a celebrar con ron su primer y único logro.
En cuanto a los personajes de Richard me identifiqué con Nine, me parece un personaje atormentado, intentando romper con algo de lo que no está consciente, y cuando por fin cobra consciencia es peor. Creo que muchas intentamos cerrar círculos, movidos por sed, o por cualquier otra cosa, y mientras avanzamos nos hacemos conscientes, y hacernos conscientes, o despertar, atormenta mucho más.
R.S.  Me identifiqué con el del Féretro 3, deseé hacer lo que el tipo en algunos momentos de mi vida, como escritor me identifiqué en Carlos Melendez en su vida, y ese destino.  En los míos me identifiqué con ese hombre que llama a la periodista, pero a su vez me identifiqué con la periodista. Aunque todos esos personajes tienen algo de mí.
7.-  A pesar  de notarse una diferencia en las dos formas de escribir, existen frecuencias en las 8 historias. ¿Qué relevancia tiene elementos como: la madre de victimas y victimario, el sexo, la pasión por la labor de escribir, las mujeres rudas, entre otros?
G.S: No fue consciente, creo que tiene que ver con los elementos que caracterizan la presente era. Vamos transitando una era en deconstrucción, donde todo lo heredado es blanco de cuestionamientos. En ese sentido vamos avanzando hacia el intento de un equilibrio restableciendo un orden social que se inclina a la igualdad y la aceptación.
El hecho de que la mujer tenga un grado superior de protagonismo y se perciba como dueña del destino de las historias,  por la influencia que ejercen en los personajes que aparentan ser los protagonistas, creo que responde a una denuncia en contra del machismo que se percibe a veces en la literatura heredada. Es decir, ni Richard ni yo nos planteamos gritar denuncias de éste tipo, pero nuestra condición de críticos de la historia en desarrollo inevitablemente nos lleva a plasmar, inconscientemente, tales denuncias a través de nuestras historias. Así que pienso que los elementos que caracterizan la colección como un todo son el resultado de estar conscientes de la era en la que transcurrimos y de esa decisión de aliarnos con el tiempo presente para trascender y construir. Así mismo con el sexo, la pasión por la labor de escribir y otros elementos. Esta obra es un reflejo de la oscuridad de quienes la escribieron.
R.S.: Pues fíjate que vienes tú a mostrarnos eso, la parte de dar un papel importante a la mujer no lo había notado, en el de Nine Melvin a pesar de ser él el protagonista las mujeres tienen un papel impresionante allí; en el de la periodista igualmente; el del espejo indiscutiblemente aborda la femineidad desde unas ópticas muy tridimensionales, este sí creo fue más filosófico para denunciar varias cosas y en el de ¿Por qué maté a Gusmar Sosa? Creo no hay ninguna mujer, allí sí fue mas directo, pero es en esencia lo que dice Gusmar, inconscientemente aflora esa denuncia por lo injusto y allí entra la mujer y siempre entrará.
8.-  ¿Cuánto de esto hay en la sociedad actual?
G.S: Creo que le tocará al lector sacar sus cuentas al respecto. Es decir, evaluar su propio contexto e identificar la realidad que refleja cada cuento. Ahora, la obra en mis manos, como lector, me cuenta muchas realidades. Incluso una historia tan fantástica como el primer cuento de Richard (Óbito 1) me cuenta mucho de la realidad.
R.S.: Mis historias tienen mucho basamento en la realidad, mi primer libro: “La Muerte Disfruta su Propia Inseguridad, es sacado de hechos reales, cada historia es sacada de la realidad. En este me internacionalicé e historias tan absurdas como la de óbito uno o la de óbito tres. Son todos reales, han ocurrido de algún modo. ¿Por qué maté a Gusmar Sosa? Si es ficción, por ahora.
9.- ¿Existe alguna razón por la cual en todos los crímenes se disfrute de cierta inmunidad ante las autoridades?
G.S: Existen muchas razones. La literatura venezolana, esa que emerge, dentro de la cual con humildad posicionamos nuestros trabajos, necesita volver los pies a la tierra. Es cierto que muchos lectores desean viajar a mundos fantásticos, vivir romances y habitar mundos paralelos, pero hay algo más cierto aún: necesitamos despertar continuamente y vivir conscientes. Éste libro quiere aportar un poco para eso. Latinoamérica necesita mantener un rumbo hacia un buen porvenir, y para que sea posible el tránsito es necesario mantener los ojos abiertos y ver las verdades que nos cuentan mentiras.
R.S.: Es un acto inconsciente, estoy rodeado de inmunidad, sólo hay que fijarse en nuestro sistema. He ahí la respuesta del porqué de esas historias donde algunos personajes bandidos se salen con la suya.
10.- ¿Habrá más “cuentos para morir leyendo”?
G.S: Habrá más proyectos escritos en dupla, nos hemos planteado una serie de proyectos. Actualmente trabajamos en un libro que narra dos historias, una escrita por Richard y una escrita por mí. Sujeta al género “Z”, en el que tal vez todo lector atento encontrará mucho de “Cuentos para Morir Leyendo”. Será una ficción interesante, con un mundo apocalíptico como contexto, que llevará al lector a preguntarse si acaso ya no está viviendo ese contexto. Ahora, una segunda parte de ésta colección es una de las ideas que están rondando alrededor nuestro, pero todavía no se ha definido. Ya veremos.
R.S.: En la historia zombi trabajaremos con más ahínco ciertos temas, basándonos en la ficción con mezcla de realidad. De ese sabrás pronto. Cuentos Para Morir Leyendo “dos” es algo que no se ha profundizado, pero ¿Por qué no? Podría darse.
11.- La más esperada ¿Cómo surgió la idea de matarse el uno al otro? ¿Cómo se sintió estar escribiendo como muere alguien conocido? ¿Cómo se sintió leer la tu propia muerte? ¿Qué lo inspiró?
G.S: La idea surgió, como ya hemos dicho arriba, como un juego literario a través del facebook. Gracias a la macabra imaginación de Richard. Así que yo no podía quedarme atrás, decidí que si él narraba mi muerte, si él me mataba, entonces yo debía vengarme. Así escribí “¿Por qué Richard Sabogal decide suicidarse?”. Quien ha leído la obra sabe que el título es un engaño, y es que para el público, dentro del relato, Richard se suicidó. Incluso, él muere creyéndose suicida, viendo mi rostro en el suyo. Se sintió retorcidamente grato (Risa). Fue un buen juego, asesinar literariamente a un conocido a quien se aprecia y con quien se trabaja continuamente es un buen ejercicio. Después de eso no te importa asesinar a cualquier otro en planos de narración.
Leer mi muerte fue desesperante, Richard no sólo me mató, sino que me torturó con la destreza de un sicópata, lo que me asustó fue morir en manos de un fanático religioso que decía ser mi amigo.  En cuánto a qué me inspiró para desarrollar su muerte de esa forma, debo decir que en primer lugar una obsesión de hacer de mis cuatro historias una sola, por eso la muerte de Richard no es sólo su muerte, sino también el fin de los cabos sueltos en las historias anteriores. En segundo lugar me inspiró nuestra sana amistad, sabía que podía escribir con libertad respecto a su muerte pues no había nada en peligro.
R.S.: Lo he dicho muchas veces y seguiré diciéndolo. Gusmar es un resentido social, inventó una muerte utópica de mí, un psicópata sin moral que en nada le pesaría matar a Gusmar luego de lo que hizo. Pero bueno, un cuento más. (Risas). El cierre de Gusmar con mi final fue apoteósico. Cerró cabos sueltos, incluso cabos sueltos de mi historia, porque además de asesinarlo a él, asesiné a un amigo en común y a otro casi lo mato pero corrió como gallina cuando vio mis intenciones.  Mi muerte la vi algo extraña, imaginando eso, pero a su vez estaba mentalizado con que iba a morir y que su historia no tenía nada que ver con el Richard que me imaginé forrado en dinero en una isla gozándose las regalías de Gusmar.
Cuentos Para Morir Leyendo  fue una grata experiencia, a veces es menester expulsar algunos demonios.
La obra se encuentra disponible en la Cadena de Librerías Alejandría de Caracas, además de en la librería de la Torre Polar, en Amazon y editado en Editora Digital de Argentina.
Por: José Manuel Guaran 




Richard Sabogal: su libro y su labor

Richard Sabogal tiene formación de periodista, no sólo se enfrenta al oficio escritural a través del encuentro con la página en blanco, también vibra en sintonía con la edición

-¿qué te lleva a relacionarte con la literatura, y sobre todo, qué hace orientarla hasta el hecho periodístico?

El periodismo y la literatura han ido ligadas en mi vida desde muy pequeño, siempre quise escribir y desde muy joven quise ser periodista. En mi casa nunca fueron buenos lectores, mi papá leyó novelitas de vaqueros, aunque él le gustaba instruirse. Pero me imagino que la vida lo direccionó para otro lado y no tuvo la valentía de seguir sus sueños o no sé, en verdad se poco de él, es lo que reflexiono hoy en día. Mi mamá fue más amante de los números, entonces no tuve ese apoyo a la literatura. Mi primer libro fue La dama de las camelias de Dumas hijo, la leí muchas veces, el ansia de leer era inmensa pero no tenia libros en casa.

Ya de adolescente comencé a conseguir libros más a mi gusto, pero en San Cristóbal por entonces era difícil, no había librerías y los vendedores de libros usados eran quienes me orientaban, con esa orientación a los doce años leí La isla del tesoro, comprado con mis ahorros, 1200 bolívares, me lo dejaron en 1000 porque no me alcanzaba. Luego quise comprar los cuentos de Pocaterra, costaba 4000 bolívares, pero nunca pude reunir esa suma, era una edición gigante, color carne la portada. Cuando tenía mi propio dinero que no era mucho compre muchos libros, gente me regalo y así me fui metiendo yo solo en el mundo literario. Paralelo a eso el periodismo me llamaba, de muchacho me veía en la TV, haciendo noticieros, haciendo televisión diferente, fíjate, desde entonces corría por mi sangre la protesta por lo injusto.

Nunca intente entrar a la universidad a estudiar comunicación, bueno, por muchas razones, fue aquí en Caracas cuando decidí estudiarla y sentí había conseguido lo que quería, entonces desarrollé mis dos pasiones, la literatura y el periodismo, la literatura desde siempre había estado conmigo porque de niño escribí varias novelas, espantosas por supuesto, pero llenas de una fuerza inmensa, de una pasión que hoy es más sobria, cosas que uno pierde cuando crece, cuando nuestro niño interior muere trágicamente y pasamos a ser unos burdos adultos.

-Negro Sobre Blanco, se perfila como otra herramienta más de difusión, en un país en donde la escena editorial –gracias a las políticas estatales- es masiva y numerosa ¿qué pretende su editor, cómo nada este periódico en este mar lleno de peces tan coloridos y variados?

Hare lo que hacen los tontos, responderte con otra pregunta ¿A que responden los medios masivos estadales o cual es el tipo de información que se perfila allí? Te puedo probar con hechos, que muchos medios crean cultura, tenemos revistas masivas, periódicos mensuales, quincenales y diarios que apoyan la cultura, pero, ¿Crees que es suficiente? ¿Se ha llegado como se debe a la comunidad? No lo creo. En el interior hay carencia comunicacional, ¿Cómo es que San Cristóbal, por nombrarte mi tierra, no tiene un medio distinto a los eternos que pernoctan allá: La Nación y Los Andes, hace falta otra opinión, alguien que diga lo que ellos no dicen, estoy seguro que gente apegada al gobierno realiza promoción cultural ¿Has visto alguna vez eso en un medio privado de la ciudad? No, es más la cultura de esa clase de periódicos es cuestionable, es lamentablemente confundida con farándula, cosa que prácticamente todos los medios privados hacen, entonces: ¿Hacen falta medios como Negro sobre Blanco, como tu Caracol de Espuma que promocionen el trabajo de aquellos inéditos? Definitivamente si. Gracias al impulso de la cultura, muchos son los que dicen, yo he escrito pero hace mucho no lo hago, voy a atreverme, muchos colaboradores míos son gente que dijo “me voy a atrever a escribir” y mira tienen gran talento, y no digo sólo mi tierra que no tiene un periódico o un medio por no centrarnos en el impreso, Zaraza no tiene ni un solo periódico y es una tierra riquísima en cultura, desde rasgar maracas y arpa hasta escritores y colectivos literarios, entonces definitivamente hacen falta medios de comunicación y apoyo a toda esa gente anónima aun, y eso sin tocar el tema editorial, que es bastante larga la lista de gente que quiere publicar, las imprentas estadales del interior padecen la carencia de papel y la principal en Caracas tiene una lista de espera bastante larga. Por eso, hacen falta propuestas alternativas de promoción cultural, pero que no se queden en lo alternativo que es mal interpretado, alternativo comunitario, igual a gratis, igual a mediocridad; con una visión alternativa se puede crecer, pero nunca perdiendo la filosofía principal de lo alternativo, sino nos convertiremos en capitalistas y de esos hay muchos.

-La muerte disfruta su propia inseguridad, reciente trabajo literario, a propósito de los géneros literarios ¿por qué la narrativa, y sobre todo, porqué el contar brevemente, obedece a caso a las nuevas dinámicas sociales?, a propósito de una conversación que tuvimos una vez en donde nos preguntábamos cómo todavía hay espacios para novelas a lo Carlos Noguera, en donde podría confundirse fácilmente con un bloque de construir casas.

(Risas) Lo de Noguera creo obedece a esa corriente norteamericana de escribir ladrillos de novela, Jhon Katzembach, Jhon Grisham, son autores que escriben novelas de 400 o 500 páginas, aunque estos escriben de manera más ligera, los de Noguera son ladrillos y pesados de paso, te echas mes y medio leerlo, claro leerlo bien y comprenderlo. Nuestra sociedad lamentablemente vive más acelerada cada día, por ende ver un libro inmenso le causa fobia, tal como avanza la sociedad avanza la literatura, actualmente la mayoría de las novelas llegan a las 250 o algo más de páginas, algunas llegan a las 300, pero ya se miran con recelo. La corriente de publicar libros cortos comenzó con las historias fabuladas o los cuentos, ahora somos muchos los que entramos en escribir literatura breve, lo hacemos por llegar al lector, no solo a lectores como tú o como yo que no rechazamos una obra de cientos de páginas si la obra promete ser buena, sino a los lectores no tan fanáticos que se atreven a abrir un libro de pocas páginas. Por eso la literatura breve hoy en día, vivimos el día a día apurado,  hasta para leer somos apurados, de ahí la literatura breve.

¿Todo es ficcionado, o acaso roba realidades, espacios descubiertos en la cotidianidad?

Si, el libro es sacado de la vida real, todas las historias, excepto una, son de la realidad, cada hecho viene de allí, a ver, ese libro digamos que fue un experimento, fue una mezcla de periodismo con crónica y microrrelato, y fue una denuncia, me lance sobre un montón de cosas que me repugnaban, mejor dicho que me repugnan, tanta desidia humana la convertí, citando a Leonardo Alezones, en arte, dentro del libro hay un Poeta, un personaje que funge de observador, y sigue cada historia, pero lo vemos cada cierto número exacto de hechos, este Poeta camina, es bizarro aunque no lo digo en el libro abiertamente es explicito, es un morboso, se jacta de la miseria ajena. Al final el causa – efecto le pasa su factura. Es una muestra de nuestra cotidianeidad este libro.

-¿De qué lado de sus personajes se ubica, es víctima o victimario?

En su mayoría víctima, en otras: victimario. Hasta el más santo ha sido victimario alguna vez en su vida.

- Richard,  ¿“disfruta de su propia inseguridad?

Mi infancia me dejo cierto masoquismo, la disfruto y la temo, ¿No se disfruta lo inseguro? Se disfruta como lo prohibido, ese título va de que este mundo esta tan corrompido respondiendo a deseos propios sin importar los ajenos que hasta la muerte, con su exceso de trabajo teme ser suplantada y teme ser víctima de ella misma. Una figura que se creó con mis lecturas de ciencia ficción. Terry Pratchett tiene un personaje que es la muerte, que habla en mayúscula y toma vacaciones, siente, disfruta y es muy sarcástica. Él me inspiró a crear mi propia muerte, pero algo sensual y frágil y femenina por supuesto.

- Se hace presente el argot de las barriadas, de la comunidad popular en La muerte disfruta… ¿obedece a alguna consideración social, apartas la política de la creación, o sólo concibes la literatura como goce estético?

Mira Miguel, el periodista Rafael Osío Cabrices, en una entrevista dijo que en Venezuela la literatura esta opaca porque los autores escriben o en contra del gobierno o a favor, los a favor crean personajes que pasan por el golpe de estado del 2002, los opositores crean mundos ficticios que sin duda alguna con Venezuela y hablan mal del socialismo, en eso se ha perdido la literatura y no le niego una parte de razón. Aunque habemos muchos que no escribimos metiendo la política en medio, la política es efímera, la literatura no. La política hoy manda este mañana aquel. Yo prefiero si voy a invertir papel en un libro que lleve mi nombre hacerlo con algo que no responda a algo tan contaminado como la política. Las barriadas, bueno, ahora que lo mencionas sí, creo me fui por ese camino, aunque no era mi intención inicial, algunas historias tomaron ese rumbo, pero fíjate no lo tomaron como la novela de TV donde el niño bueno intenta salir adelante y los malos se lo impiden o la muchachita que se enamora del motorizado, o el motorizado sano que lo matan por robarle la moto, no, lo coloque desde lo micro, desde la gente misma, sus sentires, sus vivencias, ellos, no buscando esperanzas, siendo víctimas. Supieras que La muerte disfruta…  ya es utilizado en dos universidades, no por la institución completa, sino por profesores a quienes ha llegado mi libro, en la UBV de Caracas un profesor me pidió permiso para utilizarlo en clase y en El Salvador otro profesor lo está utilizando, donde como anécdota te cuento que los estudiantes me llamaron psicópata porque no podía haber creado todas esas historias sin haber cometido yo mismo esos crímenes, algo cómico, porque más de la mitad, no los cometí.

Escritor,  cuentista, editor, promotor cultural, articulista en varios medios impresos y digitales. Cursa estudios en la Universidad Bolivariana de Venezuela, Sede Caracas. Miembro de la Sociedad de Poetas Andrés Eloy Blanco, Director y editor del proyecto cultural y literario Negro sobre Blanco, www.negrosobreblancoonline.wordpress.com ,organizador del concurso “Por una Venezuela literaria”. Ha impulsado nuevos talentos artísticos, ha promocionado la lectura de las obras de escritores noveles venezolanos y extranjeros. Actualmente labora produciendo títulos de autores nacionales y extranjeros

Como escritor tiene en su haber las novelas La guerra de las razas, Quién se atrevería a acusar al sol de mentiroso (ineditas), en narrativa corta tiene publicado el libro La muerte disfruta su propia inseguridad (2012)  y próximamente publicará Ríos de sangre y otras utopías reales compilación de cuentos largos sobre la independencia.

La entrevista también está disponible en:
http://yaesnoticia.com/tu-alimento-cultural/richard-sabogal-su-libro-y-su-labor/

Richard Sabogal: "Soy en cierto modo alguien que ve la vida con pesimismo y trata de sobrevivir con el optimismo que no tiene"

(San Cristobal,Venezuela, 1984). Escritor, cuentista, editor, promotor cultural, articulista en varios medios impresos y digitales.  Director y editor del Proyecto Editorial Negro sobre Blanco,www.negrosobreblancoonline.wordpress.com, organizador del concurso “Por una Venezuela literaria”. Ha publicado el libro de microrelatos La muerte disfruta de su propia inseguridad (2012). 
                                                                                                                                                                                               Por Rafael Ayala Páez

Rafael Ayala Páez: ¿Por qué convertirse en un narrador de historias?

Richard Sabogal: Siempre estuve sediento de escribir. Mi vida por culpa de otros y mía ha sido un torbellino de aconteceres, esto me trajo muchas cicatrices, El Guasón, el de Batman, en la película que forma parte de la trilogía que ronda por los cines últimamente, pregunta: "¿Sabes por qué tengo estas cicatrices?" (las de la boca). Bueno, ellas representan simbólicamente lo que tenemos nosotros. Allí caemos en la pregunta: ¿Y tu.... por que... tan serio? Sonríe, dibújate una sonrisa de oreja a oreja con un cuchillo.

RAP: En La muerte disfruta su propia inseguridad, que da continuidad a la literatura de protesta social realizada en los años setenta por escritores y dramaturgos como Adriano Gonzáles León, Antonieta Madrid y Róman Chalbaud, usted asume el riesgo de relatarnos esa otra Venezuela que está allí, palpitante, pero que lamentablemente muchas veces ignoramos. ¿Cuénteme cómo fue el proceso de escritura de este libro?

RS: Tremenda comparación haces de mi libro. Figúrate Adriano González con su País Portátil, Chalbaud.... incomparable. Nunca pretendí reflejar los setenta, sólo denunciar el presente. Lo que lacera, lo que hiere día a día, mostré al monstruo humano en que nos hemos convertido.

El libro comenzó con microrrelatos que llegaban como flashes. El prologuista, Leonardo Alezones, lee algunos en una oportunidad y me dice: "reúnelos en un libro, serian un tubazo". Luego de pensarlo un tiempo, comencé a escribirlo, todo desde cero, sin saber en que terminaría, al tiempo estaba maquetado con el concepto que propuse, con su titulo y tres modelos de portada. El mal estaba hecho ya, imposible retroceder.

RAP: ¿Cuál es su historia favorita en el libro? ¿Y por qué le gusta?

RS: Bueno, tengo varias, la mayoría donde aparece el Poeta, ese personaje querido que silencioso disfruta o sufre o investiga la crueldad que plasmé en ese pequeño tumulto de historias interconectadas.

Mis historias preferidas, podrían ser Uno mas Uno: Tres, es de los más reales, ocurre en los liceos todos los días. Me tope con unos vídeos bastante abrumadores mientras investigué sobre otro tema. Día de clases ¿Quien no quiso hacer eso en la escuela? Y el especial, el que formó parte de mi vida: Cuando el vino no basta. Yo fui el indigente ése que olía ollas a mediodía mientras tenía el espinazo pegado. Es de las que más dolió escribir.

RAP: ¿Quién es su narrador favorito?

RS: Son varios mis narradores favoritos, y han sido por épocas. Gabo, sus obras son magnificas. Francisco Herrera Luque, quien ha influido en mi obra histórica. Cortazar, imperdible. Isabel Allende, señalada por muchos, tiene talento, no es literatura barata, su obra esta en el gremio de libros entretenidos con buena base histórica y siempre en defensa de la mujer. Otros: Taylor Cadwell. Agata Christie, Larry Niven, Dumas hijo, Quiroga, Robert Louis Stevenson, Verne, Victor Hugo, son tantos...

RAP: ¿Cuáles son sus influencias literarias?

RS: Para el genero negro Agata Christie, para la historia Herrera Luque, pero creo tengo mis influencias en Verne, en Dumas, Allende, Rulfo, muchos autores venezolanos, de niño sin ninguna orientación literaria varios autores gringos pasaron por mi lectura. De allí se ha creado el género que sería mi propio ritmo literario, pero claro influido por ese mar de lecturas.

RAP: ¿Qué hace que una historia sea buena y por qué?

RS: Una historia se hace buena si el lector la lee y gusta. Un entrañable amigo: Rodolfo Santana, el dramaturgo, me dijo una vez: "una historia para que sea entretenida, debe tener conflictos, no vas a poner dos compadres a hablar sin que hayan diferencias, sin que pase nada, si haces algo así, será bien aburrido" Creo eso debe tener una historia, conflictos, contradicciones, problemas, un buen inicio, un desarrollo y un final inesperado, impactante y no común, algo que se lea como novedoso.

RAP: ¿Qué nos puede hablar de su labor como editor de la editorial independiente Negro sobre Blanco?

RS: Dentro de NsB Editores funjo como director, desde ese puesto ad honorem debo brindarles a mis autores atención constante, les brindo apoyo literario, proyectos mutuos, difusión de sus obras. Dentro de la editorial estoy rodeado de autores con gran aura, buscadores de proyectos, libres de corrupción, malas intenciones o aprovechados. He rechazado ese tipo de autores dentro del sello, además de ver la calidad de la obra, busco también la calidad humana. Eso ha dado el premio de tener grandes amigos dentro de NsB y de albergar grandes proyectos en espera, en el horno.

RAP: ¿Cómo ve actualmente el movimiento editorial en el país?

RS: Bueno, es un tema picante. La editorial del gobierno ha realizado una labor inmensa proyectando tantos nuevos talentos. Es de esperar dentro de ese impulso errores, es de humanos. En Venezuela aun es difícil editar, pero ya no es tan imposible. Las editoriales privadas, según he sabido están editando (auto publicación) aunque las sumas son inmensas, la ganancia para el autor minima y la buena suma para la editorial.

La editorial gubernamental, según propios autores me han contado, no le dan dinero al autor, solamente una buena cantidad de libros. Creo que con sus altibajos, el sistema editorial es aún difícil, tórrido, pero sabiendo nadar entre los tiburones, algunos premios se consiguen sin resultar comido.

RAP: En su opinión, ¿cuál es el estado de la literatura venezolana contemporánea?

RS: Hay muy buenos autores emergentes, creativos, pero hay una cúpula que se limita a escribir porquerías, relacionando libros con episodios políticos, mismo tema, esto nos retrasa, pero hay otros interesantísimos, que están poniendo nuestro nombre en alto. Por su parte poetas tenemos para regalar, grandes poetas hay en Venezuela, poetas que pasaran generaciones y serán venerados. Eso es muy gratificante.

RAP: Su nuevo libro de cuentos Ríos de sangre, recrea momentos especiales de nuestra historia, específicamente del periodo independentista. ¿Podría hablarnos un poco sobre este nuevo libro? Además ¿cuál es la diferencia de este libro con respecto a su anterior libro publicado?

RS: Ríos de Sangre y otras utopías reales esta comprendido por 4 historias ocurridas en la independencia venezolana. Contienen fantasía, protesta, datos históricos, ficción, injusticias, todo enmarcado en la literatura negra. Ríos de sangre la principal historia versa en una niña que trae una muñeca pegada al pecho, tiene sangre en el vestido en el cabello y trae pijama, llega a casa de un matrimonio, un campesino pobre y su esposa liberta. Durante una noche caminaran sobre muchas historias, donde la niña los aterrara y llevara a un final reflexivo y preocupante. Otras historias van desde la muerte de Gual y España hasta un grupo que investiga un asesinato de una esclava. Este libro se diferencia del anterior en que acá trabajo cuentos largos de quince o veinte páginas cada uno y en el otro libro son microrelatos, muy concisos.

RAP: ¿Qué pueden esperar sus lectores encontrar en su narrativa actual y futura?

RS: Bien, trabajo en un proyecto de microrelatos que irán a la web, un libro gratuito que dejaré para que lo descarguen y lean quienes lo deseen. A futuro pueden esperar mas labor, dedicación y siempre una denuncia. Soy en cierto modo alguien que ve la vida con pesimismo y trata de sobrevivir con el optimismo que no tiene. Veo a la gente siempre como peligro, crecí sintiendo el peligro, y pienso que la felicidad es un invento en muchas ocasiones, porque para qué ser feliz si al final nos moriremos. Entonces mis historias van por ahí, personajes oscuros, uno o dos salvo con algo de esperanza, pero lo analizas y en el fondo son personas que sonríen con cicatrices en el rostro.

Al mismo tiempo, para el próximo año publicare mi primera novela, versa sobre un asesinato. Es la historia de un loco, es sacado de la vida real. Otra característica de mis libros. Todo es real. Ese asesinato ocurrió, marco a esa población y muchos habitantes aún pasan por otras calles para evitar ver la destrucción que ocasionó, no te cuento más.

Esta entrevista a Richard Sabogal fue originalmente publicada en Argenpress el 8 de agosto de 2012:

Argenpress.info

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