A continuación les comparto mi nuevo libro, así como la reseña de apertura, escrita por mi buena amiga Karime Rivas
La injusticia es algo terrible que fractura
la moral humana, pero esto enmarcado en el tiempo lo vuelve aún peor. El tiempo
crea un marco que le otorga mayor realismo y tensión y Richard Sabogal nos trae
en su libro “al filo del reloj”, el mismo filo que divide la vida y la muerte.
Ese filo que define la delgada línea que
cuando es cruzada conduce a ese momento decisivo en la vida de alguien y que trágicamente
ocurren de manera simultánea entretejidas en lazos que apenas y se tocan.
Mientras una señora francesa esta tranquilamente bebiendo una fabulosa taza de café en
cualquier lugar de París, a varios kilómetros de distancia hay alguien
debatiéndose frente a un espejo entre la vida y la muerte porque no tiene ni
para tomarse un café.
La ironía, la exaltación de cada detalle que
a los ojos de unos es algo cualquiera pero ante los ojos de otros es una pista
que conduce a una historia, a una vida, a un cuento de horror que cuando es
transmitido en las noticias matutinas las personas lo ven como un evento
desafortunado pero por suerte lejano a ellos.
Todo esto nos deja el filoso reloj de
Sabogal, que marca un tiempo que vuelve un segundo en algo infinito, con
infinitas posibilidades que detonan al segundo siguiente dejando una estela de
acciones y reacciones que definen el presente y el futuro de cualquier persona.
De pronto una gota de sudor queda suspendida en el aire, el tiempo lo es todo y
es nada y ahí surge una historia tan silenciosa como el resto, pero que de
manera muy hábil el autor nos deja como un regalo para valorar nuestro valioso,
amado e incluso a veces odiado tiempo.
Sin la carrera contra el tiempo y la lucha
para no morir y ser olvidado, el ser humano no sería lo mismo, pues estas son las
cosas que mueven los hilos de muchas personas que se llaman a sí mismos
emprendedores, cuando lo único que emprenden es la causa de dejar una huella en
el mundo difícil de olvidar, algunos lo hacen para bien otros para mal, ya eso
es otro asunto.
Aquí el tiempo se vuelve un alguien bastante
seductor, que arranca cada experiencia de la vida, cada aliento, cada
pensamiento. El minutero marca las horas que se requieren para leer en soledad
un libro como lo es “al filo del reloj”, para extender cada segundo a un relato
lleno de decisiones, pensamientos y acciones meramente humanas narradas con
detalles que seguramente has aprendido a obviar con el apuro de la sociedad
actual.
En su cita Sabogal recuerda que "Somos una colección o conjunto de percepciones, que
se suceden unas a otras con inconcebible rapidez (…) La metáfora no debe
engañarnos. Las percepciones constituyen la mente y no podemos vislumbrar en
qué sitio ocurren las escenas ni de qué materiales está hecho el teatro" David
Hume Citado por J.L. Borges en Tratado de la naturaleza humana.
De esta forma inicia uno de
sus relatos y le da forma a cada bocanada de humo de cada personaje, aquí los
fantasmas están en espejos pero los espejos son los eternos amigos bondadosos
que guardan los secretos más oscuros de la mente humana. De pronto el llanto de
una niña se vuelve tan real que su
lágrima casi toma forma y danza en cuestión de segundos mientras se desliza en
una mejilla contraída por la desesperación.
El olvido y el sucio de una piel
que en algún momento fue inocente y que de tanto andar se volvió más inocente
aún pues el olvido los vuelve así. La frustración de la posibilidad de una vida
mejor, quemada con una falsa pasión de colegio, de esas que parecen ser eternas pero que al sol se derriten
rápidamente.
El hombre y el tiempo como eternos
amigos y rivales se sientan juntos a tomarse un café y a discutir sobre
filosofía acompañados de diversas citas Borgianas, que dejan caer el telón del
drama que en las calles se desata a diario.
La ironía de un hombre tan
desdichado en muerte y tan afortunado en vida, con varios intentos de suicidio y
todos fallidos lo convierte en alguien con mucha suerte o no, dependiendo de
cómo se le mire. Este relato abarca la relatividad con que se desata el juicio
humano entorno al mismo evento, el juego de prejuicios para decidir si merece
morir o no, si es bueno o malo.
La ilusión que gira en torno al
tiempo será el origen de diversas narraciones, y como reza un proverbio árabe “Lo
pasado ha huido, lo que esperas está ausente, pero el presente es tuyo”, y
después de sumergirte en las historias de Richard Sabogal te lo pensarás dos
veces antes de tomar una medida.
Sin embargo al mismo tiempo que el autor
juega con el tiempo, recrea la sencillez con la que el venezolano acostumbra
ver las cosas al mismo tiempo que le da un sentido literario magnifico que le
brinda una perspectiva bastante interesante. El escritor recrea un universo en
que las tristezas se tornan sarcásticas y las desgracias muchas veces un golpe
de suerte.
El elemento fuerte de las narraciones
contenidas en el libro es el tratamiento que se le da a la cotidianidad
facilitando la posibilidad de sentir empatía por cada uno de los personajes que
integran esta obra.
Como diría un muy buen amigo, que el tiempo
no los alcance, nos vemos en el espejo.
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