Creé este blog hace varias
semanas, le edite sus páginas y venia desde entonces pensando qué publicarle
para empezar. La premisa de este son artículos de opinión que no publico en las
otras páginas por ser dedicadas a cultura, pero en realidad los artículos que
tengo en mente crear me absorberán bastante tiempo y no es algo que abunde últimamente
en mi vida. Así que anoche, luego de distraerme
viendo la serie El Barco, me puse a las diez y media de la noche a saldar la
cuenta con un gran amigo que quería leyera su libro que saldrá pronto con
Neblina Publicaciones o Negro sobre Rojo como yo jocosamente le dije por los
dos colores de la portada que semióticamente aluden al rojo de la sangre y al
negro del petróleo o la negra que la pasan las víctimas. Ese amigo es Gusmar
Sosa y su libro es Regeneración Parte 1.
Incendio en la planta Amuay. Yo leí
el primer cuento que dio origen a este libro, si mal no recuerdo ese cuento iba
a su colección de Cuentos Ateos, para ser sincero el cuento es bueno, es interesante ver ese personaje que no se
muere, pero ya, lees el cuento y ya. Este libro es algo muy distinto a ese
cuento, algunos personajes se encuentran pero muchas cosas cambian, la madurez
de la historia impresiona.
Debo empezar por aclarar una duda que hasta el
autor tiene, dice que Regeneración…
es un libro de ciencia ficción o con matices de este género, en absoluto, no
tiene nada de ciencia ficción, puede confundir fácilmente por esos personajes
con dones, pero a pesar de sus características son patrones que una que otra
vez se han visto en algún programa sensacionalista de televisión en personas
reales.
Dentro de la literatura hay
varios autores que manejan estos dones, uno de ellos, el que tengo más a mano
ahora es Isabel Allende con La casa de los espíritus, allí vemos a una mujer con
poderes psíquicos que conoce más allá de las realidades nuestras, dentro de la
ciencia ficción, las verdaderas historias de ciencia ficción, está Terry
Pratchett con sus historias de brujas y magos y el Mundodisco, Larry Niven con sus historias en otros planetas, Asimov con
sus leyes de la robótica o sus conocidas obras llamadas Fundación. En fin, el
mundo de la literatura de ciencia ficción es tan enorme, tan extenso y
maravilloso que necesita conocerse mucho sobre ciencia, sobre tecnología,
porque incluso autores que escribían en los setenta manejaban términos tecnológicos
que ni siquiera nosotros aun conocemos. Regeneración…
entra dentro del género negro, narrativa negra por la suerte de sus personajes,
género que curiosamente el autor ha manejado en prácticamente todas sus obras,
Rubia a pesar de su viaje al interior de su personaje es una mujer que esa
suerte, ese pasado la lleva a parecer un alma en pena por gran parte de la
obra; Cuentos para morir leyendo ni hablar, y es que casualmente hace pocos días
una escritora estadounidense decía en una entrevista que la narrativa negra iba
más allá de tener una historia con un policía y un asesino, el género había
madurado y sus historias iban con mucha más profundidad en sus personajes,
curiosamente su novela, la que presentaba esta escritora era la historia de un
hombre o una pareja, y llegaba hasta el tuétano de su alma, cosa que Gusmar
hace en sus obras.
Ahora, habiendo definido el
sitio donde yo, Richard Sabogal, colocó a Regeneración,
profundicemos en su historia. La historia se abre con un hombre prendido en
llamas que va despellejándose poco a poco, es en cierto modo el protagonista de
nuestra historia, aunque cada personaje tiene un peso importante dentro de la
obra, este hombre, es el único que se acerca en un ápice a la ciencia ficción,
no puede morirse, y él lo desea – ahí pierde su rasgo de ciencia ficción –
Gusmar profundiza en este personaje, su pasado trágico, por cierto un juego
literario que cuando lo aplica le queda estupendamente bien, juega con los espacios
y en pocas líneas nos cuenta sucesos en líneas
diferentes de tiempo y al final del segundo o tercer párrafo ya nos sentimos
identificados o atraídos por ese personaje y continuamos leyendo esperando
conseguirnos de nuevo con él.
Nos conseguimos a un
bombero, un buen hombre, que sufre viendo como Amuay, verdadero protagonista de
la historia, se consume en llamas, tal como en realidad ocurrió el pasado agosto
de 2012. Este hombre apagallamas se asemeja a Gusmar, es un personaje que
siempre anda pendiente de lo injusto pero también de las conspiraciones, el
bombero sigue las conspiraciones o posibles conspiraciones con una gran pasión,
y aquí entra Gusmar a ir desarrollando otra faceta de historiador, la cual dejó
bien parada a Rubia, su otra novela, pero
a su vez de un conocimiento internacional el cual aborda con equilibrio sin
dejarse llevar por emociones, este atributo es uno de los grandes rasgos
positivos de Regeneración. Es entonces como el bombero atribuye que el hecho de
Amuay pudo ser provocado - como se
maneja en los bajos fondos que fue realmente – y a partir de allí nos vamos
sumergiendo en esa historia, viendo a un hombre ajeno al hecho que está
pensando más en cómo poner fin a su sufrimiento y a otro queriendo apagar el
incendio y pensando en el status quo de la situación. Pero el bombero no es
solamente un hombre de corazón noble, tiene su don, un don extraño por cierto,
algo similar a una intuición que iba mas allá de lo que conocemos por el
termino y este personaje jugara un papel importante dentro de las llamas de
Amuay.
Roberto Infante, el hombre
que no puede morir nos lo iremos encontrando dentro de la historia repetidas veces,
siempre compartiendo su sufrimiento y esa agonía de tantos años, a la vez que
nos vamos encontrando personajes en otros planos de la tragedia, luego de ver a
Roberto, y al bombero, Gusmar nos lleva a alguien que en otra latitud ve a través
de la televisión la tragedia y piensan en sus seres queridos que trabajan allá,
otro aditivo que nos va sumergiendo aun mas en esas horas de fuego y sangre.
Es común encontrarnos dentro
de las historias de Gusmar personajes con diatribas religiosas, nunca falta un
ateo, o un personaje que cuestione la palabra que religiosos defienden a diente
y espada, y por supuesto un religioso,
pero es tanta la pasión por cuestionar las incoherencias de la religión que ese
personaje religioso se comienza a preguntar cosas que no comprende y que la iglesia
le prohíbe preguntarse, en esta historia no podía faltar, y lo interesante es
que no lo hace tedioso, sino reflexivo y quedan intrínseco en la historia “Para su padre el alma no era más que otro
concepto controlador a disposición de la religión y su mecanismo proselitista,
tal vez a su padre no le preocupaba el destino de su alma” dice en uno de
sus párrafos.
Continuando con esa crítica
mordaz, ahora viajamos al lado de los reporteros, quienes como buitres están pendientes
de devorar el hecho por un lado colocarlo como si fuera una provocación y que
el gobierno lo tenía controlado y por el otro como si fuera la destrucción total.
A su vez viajamos al corazón de las llamas, a una garita que está se la come la
candela y a un grupo de personajes, entre ellos uno que lleva mi apellido y el
cual no tuvo gran relevancia, cosa que me decepcionó porque cuando iba a esa
altura de la lectura y veía personajes tan fascinantes no pude evitar
preguntarme cuál seria el poder de ese hombre con mi apellido, seguramente
hasta primo mío, no sé. Dentro de esa garita ocho personas angustiadas desean
salir, la que tiene un don es Miriam Salazar, mujer que tiene la batuta de la situación
y que además nos hace sentir ese pánico entre las llamas, esto aunado a los
demonios internos de cada uno dentro de la garita y el poco oxigeno que les va
quedando con cada minuto que transcurre.
Ahora el autor nos mete en
la cúpula política donde vemos al presidente, al vicepresidente y varios líderes bajo los ojos del sargento
Tomás Zambrano, quien tiene su propio infierno dentro, pero que con aplomo
asume el reto de salvar Amuay, todo a raíz de una promesa hecha a su padre.
Dentro de la historia vemos
todo el tiempo un desarrollo del momento, de las llamas, haciendo regresiones
con cada personaje, pero el autor reflexiona sobre un post evento, lo que ocurrirá
con todos esos afectados, damnificados y nuevamente juega con esa realidad, “Sabía lo que sucedería, los afectados serían
ubicados en escuelas, polideportivos, complejos y otras instituciones
administradas por el gobierno, con la promesa de una pronta solución a sus
problemas, el gobierno intentaría un acuerdo con el sector obrero para una
alianza a fin de construir una urbanización en la ciudad, transcurrirían meses”.
No podía faltar entre los
personajes alguien que despierta con la casa encima, una mujer que descubre la
tragedia bajo su propio techo, o lo que queda de él, el juego que hizo con este
personaje fue muy atractivo, le dio otro matiz a la historia.
Es Regeneración una obra que me cautivó, supera en creces el cuento
que leí aun en edición – ventajas de ser su amigo –es una historia que me
muestra en diferentes planos esa tragedia que padecieron tantas personas y que
los medios reflejaron tan patéticamente. Gusmar trazó su pluma con un respeto
hacia esos caídos mostrándonos personajes inolvidables, algo difícil de lograr
en la literatura, personajes con tres dimensiones, que cuando uno recuerda el
nombre de ellos le viene a la mente lo que pasó dentro de la historia y algo
mucho más atrayente, me sentí identificado con prácticamente todos los
personajes. Algo de su pasado, de su presente o de sus acciones me identificaron,
y estoy seguro todos los lectores se identificaran. Me enorgullece tener un
amigo con esa pericia y me satisface aun más tener mi segundo libro en sociedad
con él, esta historia, real, sin nada de ciencia ficción, ni siquiera las
particularidades de los personajes, necesita ser leída por todos los
venezolanos, porque no es un lucro que busque el autor, es un tributo, ya que
ni siquiera lo editara en papel, lo difundirá en digital, para quien quiera
adquirirlo, es un libro que se lee de un tirón, no por lo fatuo, nada de eso,
sino porque no podrá dejarlo, yo comencé a leerlo a las diez y media de la
noche, cuando me levante de la cama donde lo leía con la computadora, tenía
todo el cuerpo agarrotado y adolorido, por supuesto me levante cuando llegue a
ese final tan abierto y que da paso a una segunda parte que desde ya le exijo
al escritor me pase porque quede sediento por conocer mucho más de esos
personajes y de esa historia que marcó la vida de muchos venezolanos.
Desde aquí, desde mi humilde
blog, doy apertura con la reseña de esta gran obra que si es impulsada
correctamente calará en la piel de todos los venezolanos y será leída y
pensaremos ¿Cómo estarán esas familias que pasaron por esto? Gracias Gusmar,
por regalarme tan buena lectura.